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Plaguicidas y salud

qué alimentos son peligrosos comer y qué no

Alimentos: ¿qué es peligroso ingerir y qué no?

By Plaguicidas y salud

19 de diciembre de 2018
Roberto Ramírez
Médico, gerente de asuntos públicos de Bayer

Para muchos, “comer saludable” significa alimentarse de frutas y verduras, tomar mucha agua, consumir proteína, fibra y hacer ejercicio; y si bien todos estos alimentos y hábitos son buenos, en cantidades excesivas todo puede ser nocivo para la salud.

El cianuro por ejemplo, es uno de los venenos más comunes y conocidos, menos de un gramo de cianuro podría matar a un ser humano. Pero si les digo que el agua también puede ser letal ¿me creerían? Pues así es, 10 litros de agua en una sola ingesta causan 50% de probabilidades de muerte, pues esta dosis diluye el sodio y el potasio en la sangre, y pueden llevar a desarrollar un paro cardíaco. En 2008 fue muy sonado el caso de la inglesa Jacqueline Henson de 40 años, madre de cinco hijos, quien murió tras los que los medios calificaron como un “trágico accidente”: ella estaba realizando desde hacía tres semanas una dieta basada en la ingesta de agua para lograr pérdida de peso.

Todos sabemos que el agua es necesaria para la vida, pero en exceso aunque suene increíble, no lo es. Este ejemplo me permite contarles algo que para los médicos y científicos es muy difícil de explicar: el riesgo cero no existe, porque siempre habrá un grado de exposición en el que podríamos tener un impacto.

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Como lo estableció Paracelso en el siglo XVI, “nada es veneno, todo es veneno, depende de la dosis”. Ejemplos hay muchos: la vitamina D en exceso puede causar cáncer; la sal en dosis superiores a tres gramos por cada kilogramo de peso, puede causar la muerte.

La frase de Paracelso también puede ser aplicada a los agroquímicos que generan preocupaciones en gobiernos, organizaciones y en la población. Sin embargo, un uso responsable de los agroquímicos permite tener alimentos nutritivos, saludables y buenos que además proporcionan rentabilidad y una vida digna a los agricultores.

No sé cuántos de ustedes escucharon las alertas de contaminación por E.Coli que hubo en el pasado Día de Acción de Gracias en Estados Unidos: las autoridades realizaron un llamado a la ciudadanía para no consumir lechugas romanas, el foco de contaminación no había sido identificado. Como médico puedo contarles que este tipo de bacterias llegan a un cultivo por excrementos, como los que se pueden utilizar en cultivos orgánicos que realizan mezclas no controladas de compostaje para fertilizar la tierra. Aunque parezca un contrasentido, los agroquímicos utilizados de forma correcta y como se indica en las etiquetas, pueden minimizar este tipo de riesgos.

Nadie quiere comer dosis perjudiciales de agroquímicos, por eso es fundamental recordar que el riesgo de estos productos viene definido por la dosis y la exposición que tenga el alimento a la sustancia. El simple hecho de que un alimento haya estado expuesto a un agroquímico no lo hace peligroso, ni poco saludable.

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La alimentación es un tema que me apasiona, a diario escucho que los alimentos hoy no son seguros, pero gracias a la ciencia que nos ha permitido conocer cada vez más los procesos celulares, a la modernización industria de los alimentos y las miles de herramientas con las que contamos hoy en día para producirlos, puedo asegurarles que “nunca hemos tenido alimentos más sanos”.

Tomado de: Agronegocios

ciencia de los plaguicidas en los alimentos

Ante el miedo, la evidencia científica

By Plaguicidas y salud

Bernhard Url, director de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

El diario El País de España, entrevistó a Bernhard Url, director de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). La conversación abordó temas controversiales como el miedo creciente frente a los alimentos, las intoxicaciones, la obesidad, los plaguicidas, el desperdicio de alimentos.

Noviembre 2018

Bernhard Url es un veterinario nacido en Austria dirige la agencia europea que tiene la responsabilidad de emitir estudios sobre patógenos, contaminantes y otros compuestos presentes en los alimentos para que los políticos tomen decisiones basadas en evidencia científica. En otras palabras la EFSA da un parte de tranquilidad a los consumidores sobre la calidad y la inocuidad de los alimentos.

Por esta razón la entrevista comenzó con la siguiente pregunta: ¿Qué come, qué no come y por qué? Como de todo. No tengo ningún miedo de comer cualquier cosa porque el nivel de seguridad alimentaria en Europa es muy alto, aseguró Url.

Pero esa confianza de Bernhard Url de 57 años, no la tienen los consumidores europeos, quienes perciben que el principal problema alimentario es la presencia de residuos de plaguicidas en los alimentos. A lo que Url respondió: el riesgo cero no existe, pero en este campo es muy, muy bajo. Los mayores peligros son las intoxicaciones alimentarias, bacterianas y virales. Hay posiblemente millones de intoxicaciones cada año en Europa que se podrían prevenir con higiene y control. En residuos químicos, por ejemplo pesticidas, hemos desarrollado límites máximos de residuos y anualmente hacemos un informe europeo. El último indica que más del 97% de la comida está por debajo del umbral máximo. El 50% no tiene ningún residuo. Solo el 2,4% está por encima. La situación es muy buena.

Al preguntarle si los miedos infundados sobre la comida van en aumento, el director de la EFSA respondió que si, y explicó que el problema es que las personas no quieren entender que los residuos de plaguicidas son tan bajos que no representan riesgo. Y hace una profunda reflexión sobre el tipo de agricultura que queremos, pero aclara que esa es una discusión política. No es sobre ciencia, sino sobre valores, sobre economía. No deberíamos mezclarla con la ciencia basada en evidencias.

Url hizo un llamado para que los consumidores confíen en cómo se produce al comida, que hoy viene de muchos países y no es posible tener control absoluto. No sabemos de dónde viene la comida y tenemos que confiar en una maquinaria compleja del proceso de alimentos. Si queremos comer tenemos que confiar.

Al preguntare si la comida orgánica era mejor, respondió que en términos de seguridad y nutrientes no hay diferencias, las ventajas están en la sostenibilidad. No creo que podamos reemplazar la agricultura convencional al 100%, pero en algunos países llega al 20% y creo que incluso se podría llegar al 30%.

Temas como el glifosato, que han despertado el interés mundial de los consumidores también fue abordado en la entrevista y Url aseguró que nadie tiene que temer al glifosato si se usa bien.

Lee la entrevista completa en El País

 

Fuente: El País – España.

La ciencia dice que sí al consumo de frutas y verduras

By Plaguicidas y salud

Publicado el 5 de julio de 2018
Amber Pankonin, M.S., R.D.
Consultor de Comunicaciones Nutricionales

Como dietista registrada y educadora en nutrición, dedico mucho tiempo a abordar los mitos sobre la alimentación y la nutrición. Hoy tenemos más consumidores haciendo preguntas específicas acerca de dónde provienen los alimentos y cómo se producen. Aunque a menudo yo aliento este tipo de preguntas, las organizaciones activistas y los documentales que difunden mensajes falsos sobre las prácticas agrícolas hacen que mi trabajo sea mucho más complicado cuando hablo con los consumidores acerca de incluir suficientes frutas y verduras en sus dietas.

Desde mediados de los 90s, el Grupo de Trabajo Ambiental con sede en los EE. UU.  Ha publicado una lista conocida como la “Docena Sucia.” Esta lista contiene 12 frutas y verduras que se cree que contienen la mayor cantidad de residuos de plaguicidas (cantidades traza). Las fresas, las espinacas y las nectarinas encabezan la lista, seguidas por otras favoritas populares, como las manzanas, los tomates y las papas. La «Docena Sucia» alienta a los consumidores a comprar variedades orgánicas de estas frutas y verduras en particular en lugar de las cultivadas convencionalmente. Cada año, esta lista recibe atención de los medios de comunicación y cada año me encuentro atendiendo las preocupaciones de los consumidores debido a ello. Los titulares sobre la «Docena Sucia» y el riesgo de los plaguicidas son a menudo engañosos y pueden sembrar fácilmente dudas cuando se trata de consumir frutas y verduras saludables.

La Verdad Limpia

Lo que los consumidores quizás no comprendan es que incluso las variedades orgánicas de productos agrícolas a menudo se tratan con plaguicidas orgánicos. Los científicos sugieren que incluso si usted compra productos de granja orgánicos, esto no significa que sus frutas y verduras estarán libres de plaguicidas.1 Siempre es una buena práctica lavar todos los productos agrícolas ya sean orgánicos o no. Otro mito es que los productos agrícolas orgánicos son más nutritivos en comparación con los productos convencionales. Muchos estudios han demostrado que los productos agrícolas  orgánicos proporcionan el mismo nivel de nutrición que los convencionales.2

También es importante entender por qué se necesitan los plaguicidas y por qué los agricultores los usan. Sin plaguicidas, los agricultores podrían perder la mayoría de sus cultivos debido a las plagas y enfermedades. Los plaguicidas son tóxicos en dosis prescritas solo para las plagas a las que están destinados, lo que los convierte en una herramienta valiosa para los agricultores. Otra cosa a considerar es que todos los plaguicidas deben someterse a pruebas exhaustivas antes de que los agricultores puedan usarlos. Las agencias reguladoras, incluida la Agencia de Protección Ambiental  de los Estados Unidos, evalúan la seguridad de estos plaguicidas.

Además, piense en la última vez que usó repelente de insectos. ¿Sabía que cada vez que aplica repelente de insectos para evitar las picaduras de mosquitos, está usando un plaguicida? Los insecticidas son un tipo de plaguicida que está destinado a atacar pequeñas plagas. Encuentro que las mismas personas que cuestionan el uso de plaguicidas en la agricultura no lo piensen dos veces antes de usar repelente de insectos.

Según los Centros de Control de Enfermedades de los EEUU, la mayoría de nosotros no estamos consumiendo la cantidad recomendada de al menos cinco porciones de frutas y verduras por día. El Departamento de Agricultura de EE. UU. define una porción de frutas y verduras como 1 taza, que es aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis.

Cuando la mayoría de las personas tiene dificultades para cumplir con las recomendaciones, es difícil ver mensajes que desalienten la ingesta, especialmente cuando sabemos que el consumo de frutas y verduras está asociado con la reducción del riesgo de enfermedades como diabetes, cáncer y enfermedades del corazón.3 Al considerar si el consumir frutas y verduras vale la prevención de enfermedades, la respuesta es definitivamente sí. La evidencia es clara de que consumir frutas y vegetales de cualquier forma supera el posible riesgo de ingerir cualquier rastro de residuos de plaguicidas que podrían estar presentes.

Amber Pankonin es una dietista registrada y consultora de comunicaciones sobre nutrición con sede en Lincoln, Nebraska, EE. UU.

1 Winter, CK., Katz, JM. 2011. Dietary Exposure to Pesticide Residues from Commodities Alleged to Contain the Highest Contamination Levels. Journal of Toxicology. 2011: 589674,doi:10.1155/2011/589674.

2 Dangour, AD., Dodhia SK., Hayter A., Allen, E., Lock,K. Uauy, R. Nutritional quality of organic foods: a systematic review. The American Journal of Clinical Nutrition. Sept; 90(3):680–685,doi: 10.3945/ajcn.2009.28041.

3 Bazzano, LA., He, J., Ogden, L.G., Loria, CM., Vupputuri, S., Myers, L., Whelton, PK. Fruit and vegetable intake and risk of cardiovascular disease in US adults: the first National Health and Nutrition Examination Survey Epidemiologic Follow-up Study, The American Journal of Clinical Nutrition. Jul;76(1):93-9.

Tomado de: Tomado de: pesticidefacts.org

 

¿Quiere buena salud? concéntrese en lo que realmente importa

By Plaguicidas y salud

Publicado el 5 de junio de 2018 
Amy Myrdal Miller, M.S., R.D.N.
Fundadora / Presidente
Farmer’s Daughter Consulting (Consultoría de la hija del granjero)

Como nutricionista dietista registrada, me esfuerzo para practicar lo que predico. Soy una de las pocas personas en los Estados Unidos que a diario come la cantidad recomendada de frutas y verduras. Sólo uno de cada diez alcanza este objetivo. También trabajo diligentemente para que esto sea posible para mi esposo. Quiero promover una buena salud y longevidad para nosotros dos. Y en la parte superior de nuestra lista de deseos compartidos, está celebrar nuestro 50 aniversario de boda.

Mientras que nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos de ingesta de frutas y verduras, a veces me preocupa el interés de mi esposo en hacerlo cuando está solo. Es fácil llenar su plato con frutas y verduras cuando yo cocino, pero es menos probable que esto suceda cuando él está haciendo o eligiendo sus propias comidas. Pero nunca me preocupo por cuestiones como su amor por las judías verdes en conserva o el jugo de naranja al cien por ciento. Yo promuevo las frutas y verduras en todas sus formas (frescas, congeladas, enlatadas, secas y los jugos al cien por ciento), sabiendo que las personas que consumen la mayor cantidad de frutas y vegetales -en todas sus formas- tienen el menor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV).1

Según la Organización Mundial de la Salud, casi 18 millones de personas mueren cada año a causa de ECV, lo que representa casi un tercio de todas las muertes a nivel mundial. Pero la ingesta de frutas y verduras no solo afecta el riesgo de ataque cardíaco, apoplejía y otras formas de ECV. La investigación publicada en 2014 mostró que las personas que consumen la mayor cantidad de frutas y verduras tenían el menor riesgo de morir por cualquier causa.2

Nunca me preocupo por el método de producción que se usa para cultivar las frutas y verduras. Yo entiendo que los agricultores se enfrentan a decisiones difíciles de negocios relacionados con la calidad del suelo, los métodos de producción, los patrones climáticos, las opciones de distribución y comercialización, y los mercados tanto locales como globales.

Residuos de Plaguicidas Seguros

Recientemente, he estado viendo una creciente preocupación entre los consumidores por los residuos de plaguicidas en los productos agrícolas, y parte de esta preocupación está teniendo un impacto negativo en la ingesta. Hay muchos temas que vienen a la mente en esta discusión. En primer lugar, todos los agricultores, incluidos los que usan métodos de producción orgánica, usan plaguicidas para proteger sus cultivos. Son insumos agrícolas caros, ya sean naturales o sintéticos. Los agricultores no «empapan» sus cultivos con productos químicos; usan estos productos muy juiciosamente, y cuando se usan de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta, los productos fitosanitarios son seguros y efectivos.

Otro tema importante a considerar es que la presencia de residuos de plaguicidas no equivale a riesgo. Los equipos usados para medir residuos de plaguicidas pueden medir partes por billón. Cuando los organismos gubernamentales establecen los límites de tolerancia a los residuos de plaguicidas, observan qué nivel de residuos puede ser consumido diariamente de forma segura a lo largo de la vida. Entonces, este límite a menudo se reduce por un factor de 100 a 1000. Los límites de residuos son muy conservadores.

Me preocupan particularmente las investigaciones que muestran que cuando los consumidores de bajos ingresos son expuestos a mensajes negativos sobre los residuos de plaguicidas, ellos compran y consumen menos frutas y vegetales.3 Estos mensajes basados en el miedo son contraproducentes para la promoción de la salud pública. También lo son los mensajes sobre «lo fresco es lo mejor». Una vez más, quienes consumen la mayor cantidad de frutas y vegetales, en todas sus formas, tienen el menor riesgo de mortalidad por todas las causas.

También hay investigaciones más recientes que sugieren que las personas que consumen la mayor cantidad de frutas y verduras disfrutan de una mejor salud emocional.4 Esta mejora en el estado de ánimo y el bienestar no tuvo relación con la selección de ciertos tipos de frutas y verduras. Este beneficio de una alimentación saludable proviene de todas las formas de frutas y verduras cultivadas de cualquier manera.

Entonces, ¿cómo puede concentrarse en lo que realmente importa? Deje de volverse loco preocupándose por las minucias. Esfuércese cada día para aumentar su consumo de frutas y verduras en todas sus formas.

Seis Consejos para Aumentar el Consumo de Frutas y Verduras:

  1. Comience el día con un vaso de jugo de frutas o vegetales al 100 por ciento.
  2. Lleve fruta fresca, enlatada o seca para un refrigerio a media mañana.
  3. Para la comida del mediodía elija una opción llena de vegetales. ¿Adora los  sándwiches? Estupendo. Llénelos con verduras frescas. ¿Prefiere un almuerzo caliente? Vaya por una sopa, guiso, curry o salteado rico en vegetales.
  4. ¿Necesita picar algo a media tarde? Tome alguna fruta o chips de verduras.
  5. ¿Qué hay para la cena? Si llena la mitad de su plato o tazón con frutas y verduras, ¡será un gran avance! Tener a mano una variedad de verduras congeladas hace súper fácil y rápida la creación de uno o dos platos de vegetales de acompañamiento.
  6. ¿Desea algo dulce para el postre o un bocadillo tarde en la noche? Vaya por fruta. ¿Necesita un poco de chocolate? Disfrute de algunos trozos de fruta fresca o seca cubiertos de chocolate.

 

Amy Myrdal Miller, M.S., R.D.N., F.A.N.D. es una nutricionista dietista registrada y fundadora/ presidente de Farmer’s Daughter Consulting basada en Carmichael, California, EEUU. 

1 Miller V, et al. Fruit, vegetable, and legume intake, and cardiovascular disease and deaths in 18 countries (PURE): a prospective cohort study. Lancet. 2017 Nov 4;390(10107):2037-2049.

2 Wang X, et al. Fruit and vegetable consumption and mortality from all causes, cardiovascular disease, and cancer: systematic review and dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. BMJ. 2014 Jul 29; 349:g4490

3 Huang Y, et al. Low-Income Shoppers and Fruit and Vegetables: What Do They Think? Nutrition Today: September/October 2016; 51:242-250.

4 Mujcic R and Oswald J. Evolution of Well-Being and Happiness After Increases in Consumption of Fruit and Vegetables. Am J Public Health. 2016 Aug; 106(8):1504-10.

Tomado de: pesticidefacts.org

 

Cáncer y exposición a plaguicidas, una relación poco probable

By Plaguicidas y salud

Publicado el 5 de Agosto de 2018
Carol J. Burns, M.P.H., Ph.D.
Presidente
Burns Epidemiology Consulting (Consultoría en epidemiologia Burns)

¿Este vestido me hace ver gorda? Esta es la pregunta ancestral que toda mujer hace y ningún marido debería responder. Este año, cuando miro mi vestuario de verano, estoy haciendo una nueva pregunta. ¿Esta camisa oculta mi cicatriz? En 2016, me quitaron la tiroides y me uní a los aproximadamente 1,6 millones de estadounidenses diagnosticados con cáncer el año pasado.  Al parecer, todos en mi círculo social acaban de ser diagnosticados o conocen a alguien con un diagnóstico nuevo. Me pregunto, ¿el cáncer está en aumento? ¿Es así, preguntan mis amigos, debido a la exposición a plaguicidas? Como epidemióloga capacitada, quiero saber si las respuestas son reales o percibidas.

Afortunadamente, hay excelentes recursos sobre el cáncer. Por ejemplo, la American Cancer Society (Sociedad Americana del Cáncer) publica anualmente estadísticas para los Estados Unidos. Cancer Research UK (Investigación sobre cáncer del Reino Unido) ofrece secciones informativas sobre las causas y controversias. La Organización Mundial de la Salud proporciona estimaciones para los principales tipos de cáncer, por región y para 184 países. De estos sitios web, varios puntos sobre el cáncer son claros:

• El cáncer no es una enfermedad única y cada subtipo tiene diferentes causas y factores de riesgo.

• Es esencial distinguir entre la mortalidad por cáncer (muertes debidas al cáncer) y la incidencia de cáncer (tasa de casos recientemente diagnosticados). Cada uno proporciona información importante y puede verse afectado por las prácticas de evaluación, el tratamiento y los sistemas de atención médica.

• Una gran proporción de los casos de cáncer en todo el mundo se debe a ciertos factores de comportamiento: el fumar, el alcohol, una dieta no saludable, la    obesidad y la actividad física insuficiente. Otros factores como la edad, el sexo y el historial familiar no son modificables.

Incidencia y Diagnóstico

Esto me lleva a mi primera pregunta. ¿El cáncer realmente está en aumento? Si y no. En los Estados Unidos 1 y Europa,2 la incidencia del cáncer se está estabilizando, aunque a un alto nivel. La incidencia estadounidense pareció alcanzar su pico en la década de 1990, en parte debido a la disminución de los hábitos de fumar. Mi tipo de cáncer, el cáncer de tiroides, sigue aumentando. Los expertos en cáncer lo atribuyen a las herramientas de diagnóstico mejoradas y la detección temprana.1 En otras palabras, los médicos están encontrando (y tratando) cáncer que podría haber pasado desapercibido en la generación de mis padres.

A nivel mundial, la cantidad de casos diagnosticados de cáncer está aumentando. Para bien o para mal, la incidencia del cáncer tiende a ser más alta en los países y regiones más desarrollados. Dado que uno de los principales factores de riesgo para el cáncer es la edad avanzada, a medida que una sociedad reduce la mortalidad infantil y las enfermedades prevenibles mediante vacunación, la demografía de la población cambia. Las enfermedades de la mayor edad, como el cáncer y las enfermedades del corazón, se vuelven más comunes. Además, a medida que las regiones menos desarrolladas se vuelven más prósperas, sus ciudadanos a menudo adoptan estilos de vida poco saludables, como la mala alimentación y la inactividad física, que también son factores de riesgo para el cáncer.

Pero en general, la mortalidad por cáncer está disminuyendo en los Estados Unidos y en muchas otras naciones. Existen grandes diferencias por país y tipo de cáncer, que reflejan la detección precoz y los avances en el tratamiento.

Plaguicidas y Cáncer

La segunda pregunta, ¿podría mi cáncer ser desencadenado por la exposición a plaguicidas? Dado que la tiroides es parte del sistema endocrino, los defensores de la teoría de la disrupción endocrina incluyen el cáncer de tiroides en su lista de observación. Sin embargo, esto no es probable. Yo investigué la evidencia en tres áreas:

• ¿Qué se sabe sobre las causas y los factores de riesgo para el cáncer de tiroides?

• ¿Las personas con mayor exposición al pesticida son más propensas a desarrollar cáncer de tiroides que las personas sin exposición?

• ¿Cuál es mi perfil de riesgo personal para el cáncer de tiroides?

En primer lugar, las principales organizaciones de cáncer, como las anteriores, enumeran los factores de riesgo del cáncer de tiroides como ser una mujer de mediana edad (40 y 50), con antecedentes familiares de cáncer de tiroides, antecedentes de bocio o nódulos tiroideos, bajo contenido de yodo en la dieta y obesidad, sin mencionar los plaguicidas.

En segundo lugar, estudios muy grandes de agricultores (y otras personas expuestas a plaguicidas) han demostrado que tienden a ser más saludables y tienen menos cáncer en general que las poblaciones de comparación.3 4 56 A modo de ejemplo, el Estudio de Salud Agrícola del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. reportó menores tasas de cáncer total y ausencia de exceso de cáncer de tiroides entre más de 80.000 aplicadores privados y comerciales y sus cónyuges.7 Dado que el resto de la población tiene un contacto mucho más bajo e infrecuente con los plaguicidas, es poco probable que el cáncer esté relacionado con la exposición a plaguicidas.

En tercer lugar, con respecto a mi riesgo de cáncer de tiroides, estoy en la categoría de mujeres bien educadas, bien aseguradas y bien alimentadas con un médico perceptivo capaz de detectar nódulos.8,9,10 En resumen, la evidencia no sugiere que el cáncer, y ciertamente no mi cáncer, esté relacionado con los plaguicidas.

Como epidemióloga, estoy capacitada para revisar información en poblaciones y buscar patrones en grupos de personas, no individuos. Esto puede ser frustrante a nivel personal. No hay una estadística o prueba analítica que pueda responder ¿por qué yo? ¿Por qué tengo cáncer? Por otro lado, conocer los diferentes subtipos de cáncer y los factores de riesgo para cada uno, puede guiar mis elecciones de estilo de vida para reducir muchas enfermedades, no solo el cáncer.

Para mí, más que estar ansiosa por la etiología, estoy aliviada con mi pronóstico. Debido al diagnóstico precoz, la pronta eliminación y el tratamiento, mi cicatriz es solo superficial. Si planeo hacer más ejercicio, comer mejor y plantar más flores este verano. Todavía le preguntaré a mi esposo cómo me veo. Sin embargo, he decidido estar orgullosa de mi cicatriz. Puedo decirles a extraños que soy una de cada 15 millones: es decir, una de los 15 millones de estadounidenses con historial de cáncer.

Carol J. Burns, M.P.H., Ph.D., F.A.C.E., es presidente de Burns Epidemiology Consulting, LLC en Sanford, Mich. Ella es miembro del American College of Epidemiology.

 

1 American Cancer Society. Cancer Facts & Figures 2017. Atlanta: American Cancer Society.

2 European Network of Cancer Registries. ENCR Cancer Factsheets – new series. https://encr.eu/index.php/publications/factsheets

3 Waggoner JK, Kullman GJ, Henneberger PK, et al. 2011. Mortality in the agricultural health study, 1993-2007. Am J Epidemiol. 173(1):71-83.

4 Ntzani EE, Ntritsos G, M C, Evangelou E, Tzoulaki I. 2013. Literature review on epidemiological studies linking exposure to pesticides and health effects. EFSA Supporting Publications. 10(10):159 pp.

5 Levêque-Morlais N, Tual S, Clin B, Adjemian A, Baldi I, Lebailly P. 2015. The AGRIculture and CANcer (AGRICAN) cohort study: enrollment and causes of death for the 2005-2009 period. Int Arch Occup Environ Health. 88(1):61-73.

6 Frost G, Brown T, Harding AH. 2011. Mortality and cancer incidence among British agricultural pesticide users. Occup Med (Lond). 61(5):303-310.

7 Koutros S, Alavanja MC, Lubin JH, et al. 2010. An update of cancer incidence in the Agricultural Health Study. J Occup Environ Med. 52(11):1098-1105.

8 Kitahara CM, McClullough ML, Franceschi S, et al. 2016. Anthropometric Factors and Thyroid Cancer Risk by Histological Subtype: Pooled Analysis of 22 Prospective Studies. Thyroid. 26:306-18 doi: 10.1089/thy.2015.0319.

9 Sprague BL, Warren-Andersen S, Trentham-Dietz A.  2008. Thyroid cancer incidence and socioeconomic indicators of health care access. Cancer Causes Control.Aug;19(6):585-93. doi: 10.1007/s10552-008-9122-0.

10 Schmid D, Ricci C, Behrens G, Leitzmann MF. 2015. Adiposity and risk of thyroid cancer: a systematic review and meta-analysis. Obes Rev. Dec;16(12):1042-54. doi: 10.1111/obr.12321.

 

mitos sobre alimentos que producen cáncer

La verdad detrás de los titulares sobre alimentos que causan cáncer

By Plaguicidas y salud

Pese a los intentos por demostrar la carcinogenicidad de productos como plaguicidas, edulcorantes o aditivos alimenticios, hasta el momento no existen evidencias científicas de que sea así.

La cantidad de noticias sobre determinados alimentos que, supuestamente, producen cáncer o incluso lo curan, es actualmente abrumadora. El portal de noticias británico Which?, especializado en control de calidad de alimentos, ha publicado esta semana un artículo con el que pretende desmentir aquellas informaciones incorrectas desde un punto de vista científico.

Según el medio británico, las carnes procesadas aumentan el riesgo de cáncer de intestino y estómago. Esto se debe a que, los nitratos y nitritos que se agregan durante el procesamiento, son carcinogénicos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la ingesta de apenas 50 gramos de carne procesada al día aumenta en un 18% el riesgo de padecer cáncer de intestino.

Otro factor que influye en la aparición de tumores malignos es el consumo de azúcar. Si bien los científicos no han establecido un vínculo directo entre el consumo de azúcar y la aparición de cáncer, abusar de los alimentos con un alto contenido de azúcar puede generar aumento de peso y sobrepeso, lo que aumenta las posibilidad de sufrir cáncer.

Asimismo, el artículo señala que, pese a los numerosos intentos por demostrar la carcinogenicidad de productos como plaguicidas, edulcorantes o aditivos alimenticios, hasta el momento no existen evidencias científicas de que sea así.

Los expertos concluyen recomendando un mayor consumo de ciertos productos que se consideran beneficiosos para disminuir el riesgo de contraer cáncer, como té verde, cúrcuma, granadas, arándanos, fruta y verdura, entre otros.

Artículo tomado de: Actualidad RT

La Importancia de lavar tus alimentos

By Plaguicidas y salud

A la hora de alimentarnos no sólo debemos fijarnos en qué consumimos, sino también la forma en cómo lo hacemos.

Seguramente has ido de compras al mercado y de repente te has antojado de una fruta. Y probablemente no le has visto nada de malo en consumirla así, sin lavar. Este error que todos hemos cometido alguna vez en la vida,  puede ser la causante de diversas enfermedades o reacciones adversas.

Una de ellas es el brote o alergia llamada ‘listeriosis’, una infección que se presenta por ingerir alimentos contaminados con listeria; una de las tantas bacterias que están en el medio ambiente.

Además de la listeria, existen otros parásitos y virus que contaminan los alimentos frescos, algunos de ellos vienen del mal compostaje del estiércol bovino que se usa como fertilizante en algunos cultivos orgánicos, las aguas residuales con las que se riegan los cultivos y el contacto de estos con animales e insectos, o la mala higiene en el transporte de las cosechas hasta los supermercados y nuestra casa.

Las superficies, el aire, e incluidas las manos humanas que entran en contacto con productos enteros o cortados, son otras vías de contaminación en el sistema de cultivo, cosecha, empaque, procesamiento, envío y preparación de productos para el consumo.

¿Cómo lavar los alimentos?

Todas las frutas y vegetales se deben lavar con agua y limpiar con una servilleta antes de ingerirlos. Así eliminas virus, bacterias y residuos de los insumos utilizados en el campo que pudieron quedar en las frutas o vegetales.

Dependiendo de la firmeza y el tamaño del alimento, se recomienda que los productos se froten bajo el agua con las manos o un cepillo limpio. Si prefieres puedes dejarlos por unos minutos en un recipiente con agua y un poco de bicarbonato de sodio.

No es necesario que se usen detergentes o jabones para limpiarlos, no está demostrado que estos sean más efectivos que la simple agua.

Otros consejos de limpieza son:

  • Desechar las hojas exteriores de los alimentos como la lechuga y el repollo.
  • Pelar los productos que se requieran como los duraznos o las manzanas.
  • Limpiar los alimentos con toallas húmedas de papel para reducir las bacterias.

Los alimentos que vayas a consumir y deban pelarse o cortarse, debes consumirlos de inmediato. Una vez cortados, éstos empiezan a decolorarse, oxidarse y ponerse flácidos por la pérdida de agua. Si permites estos cambios físicos en tus alimentos cortados, empezarán a crecer microorganismos de descomposición que pueden afectar tu salud.

No olvides tomar medidas de limpieza en tus alimentos, manipularlos y procesarlos con las manos y utensilios limpios, de esta forma garantizas tu seguridad alimentaria y la de tu hogar.

 

Fuentes:

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1043452609570040?via%3Dihub

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16496573

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0956713514003405

https://aem.asm.org/content/70/11/6420.long

https://npic.orst.edu/faq/fruitwash.html

https://www.ct.gov/caes/cwp/view.asp?a=2815&q=376676

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2640071/