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Para muchas personas sobrevivientes de cáncer retomar su vida habitual representa todo un desafío. Son muchos los cambios que han enfrentado y muchas las dudas que los embargan al momento de volver al ritmo habitual de sus vidas.

Quienes han superado con éxito esta enfermedad describen estos primeros meses como un proceso de transformación, lleno de muchos miedos e inquietudes sobre cómo reintegrarse al ritmo normal de sus vidas, y sobre todo, cómo implementar una alimentación que sea lo más sana y balanceada posible.

Así lo explica María Holguín, una joven maestra de secundaria, sobreviviente de cáncer de mama: “Cuando el doctor me dio de alta, no dejaba de preguntarme, ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo hago para llevar un estilo de vida saludable? ¿Qué alimentos y productos debo o no consumir?

Al igual que ella, muchas personas en su misma situación tienen las mismas interrogantes y dedican mucho tiempo a investigar sobre los hábitos de vida que deben llevar y qué productos y alimentos consumir.  Éstos usualmente se dejan llevar por el consejo de familiares y amigos, recopilan información que no siempre es correcta de páginas web, libros y revistas, o peor aún, suelen eliminar de su dieta una serie de alimentos importantes que vienen del campo, o incluyen otros insumos, hierbas y complementos que sí pueden ser dañinos.

Así lo confirma la Dra. Annette Goldberg, una dietista oncológica para pacientes ambulatorios en Boston Medical Center Cancer Care Center, en el portal www.cáncer.net Existen innumerables mitos sobre lo que una persona debe comer o no después de un diagnóstico de cáncer. La información engañosa e incorrecta puede dejar a las personas confusas y asustadas.”

Una de las creencias más populares es que los alimentos convencionales pueden contener residuos de plaguicidas, fertilizantes, antibióticos o químicos en general y éstos a su vez, pueden ser los causantes de algún tipo de cáncer.

La clave es conocer la toxicidad

Yohanan Núñez, biólogo y científico dominicano asegura que “todo lo que existe tiene “químicos”: nuestro cuerpo, los productos de limpieza, la comida que consumimos, las medicinas, los productos de cuidado personal”. Las personas tienden a confundir lo “Químico por lo Tóxico”, para saber si un alimento nos hace daño o no, se determina su TOXICIDAD, no si tiene químicos, asegura Nuñez.

La toxicidad de un producto es determinada por la cantidad en que se utilice. Ya lo decía el médico y astrólogo suizo Paracelso: “Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea. La dosis diferencia un veneno de un remedio”.

Este principio se basa en la conclusión de que todos los productos químicos -incluso el agua y el oxígeno- pueden ser tóxicos si se ingiere demasiado o se absorbe en el cuerpo. Por el contrario, si la dosis o el nivel de exposición es suficientemente bajo, incluso una sustancia tóxica dejará de causar un efecto perjudicial. Por lo tanto, la potencia de un producto químico es finalmente definida por la dosis, explica el portal, Chemical safety facts.org.

¿Qué pasa con los químicos utilizados en la agricultura?

Para el caso de los plaguicidas utilizados en el control de plagas, malezas y enfermedades que afectan los cultivos, existen directrices globales y locales que tienen como objetivo el uso y manejo  responsable de estas sustancias. Su aplicación en la agricultura está controlada y regulada por organizaciones internacionales como la Comisión del Codex Alimentarius, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y por organizaciones nacionales como la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en México, para citar algunos ejemplos.

Existen recomendaciones sobre el nivel de residuos de plaguicidas que pueden estar presentes en los alimentos. Se trata de estándares establecidos con suficiente seguridad para la salud humana. Los residuos de plaguicidas en los alimentos son muy bajos y no están asociados con elevar el riesgo de cáncer.

¿Cuál debe ser mi plan de nutrición?

Llevar una dieta rica en frutas y vegetales es fundamental, le permitirá al paciente recuperar fuerzas, reconstruir el tejido afectado y reducir el riesgo de desarrollar otras enfermedades. no dude en preguntar a sus médicos sobre los alimentos que debe incluir en su dieta y recuerde que seguir las normas de higiene en la cocina es fundamental. Les compartimos aquí un video de la nutricionista y catedrática española Montaña Cámara Hurtado.

Alimentos seguros en casa

Las personas que reciben un tratamiento contra el cáncer deben prestar atención a la seguridad de los alimentos. Algunos tratamientos pueden debilitar el sistema inmune, lo que aumenta el riesgo de una infección. Las infecciones alimentarias se producen cuando bacterias, virus u hongos perjudiciales contaminan los alimentos y lo enferman.  Recuerde que, aunque los alimentos se vean bien, pueden contener patógenos (bacterias, virus o parásitos) imperceptibles a la vista y que pueden causar enfermedades.

La FDA, agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos, en su guía de Inocuidad Alimentaria para personas con cáncer, recomienda lo siguiente:

infografia pasos basico para la inocuidad alimentaria

Fuentes:

Chemicalsafetyfacts
NPIC
FDA
Cancer.net
Casafe
Newscience
FAO

Publicaciones: Ramón Guiart – Residuos de plaguicidas en los alimentos. Adiveter