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Drones para la aplicación de plaguicidas: innovación al servicio de la agricultura sostenible

By Uso responsable

Creado con Chat GPT

La agricultura atraviesa una transformación impulsada por la digitalización y las nuevas tecnologías. Una de las innovaciones más destacadas es el uso de drones, también llamados Vehículos Aéreos No Tripulados (VANT), que no solo sirven para el monitoreo de cultivos o el mapeo del suelo, sino también para la aplicación de plaguicidas. Esta práctica, cada vez más común en Asia y en expansión en América Latina, ofrece ventajas significativas para la productividad, la seguridad del operario y la sostenibilidad ambiental.

De acuerdo con expertos, la aplicación de agroquímicos con drones alcanza hasta un 80% de eficiencia en comparación con herramientas tradicionales como la bomba de espalda o la mochila, ampliamente utilizadas en países andinos y centroamericanos. Esto significa que el producto llega con mayor precisión al objetivo biológico, reduciendo desperdicios y mejorando el control de plagas y enfermedades. Además, la aplicación aérea permite acceder a zonas difíciles, garantizando una cobertura más uniforme.

Otro beneficio clave es la protección de la salud del agricultor. Al no haber contacto directo con el producto, se elimina la exposición del operador, reduciendo riesgos para su seguridad. A esto se suma el ahorro de tiempo: un dron puede realizar la misma labor hasta 50 veces más rápido que una aplicación manual. También se ha comprobado una reducción de hasta el 90% del agua necesaria para la mezcla, un factor determinante en regiones donde este recurso es limitado.

La combinación de eficiencia, seguridad y sostenibilidad convierte a los drones en un aliado de la Agricultura 4.0. Sin embargo, su adopción requiere responsabilidad y capacitación. Factores como la calibración del dron, la velocidad del viento, la altura de vuelo, la temperatura, la humedad relativa y el tamaño de la gota son determinantes para asegurar una aplicación óptima. Por ello, el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas es indispensable para aprovechar al máximo esta tecnología.

En América Latina, países como Brasil, Colombia, México, Ecuador y Costa Rica avanzan en la regulación del uso de drones para la aplicación de plaguicidas. Estas normativas buscan facilitar y motivar la adopción de la tecnología sin frenar la innovación, garantizando al mismo tiempo que los operadores estén capacitados y certificados para un manejo seguro y responsable.

El futuro de la agricultura está ligado a herramientas digitales que optimizan los recursos, aumentan la productividad y refuerzan el compromiso con el medio ambiente. Los drones, al reducir la exposición humana, ahorrar agua y garantizar aplicaciones precisas, representan un paso firme hacia una agricultura más sostenible en América Latina. Su correcta implementación, acompañada de formación y regulaciones adecuadas, permitirá a los agricultores aprovechar al máximo esta innovación que ya está transformando los campos del mundo.

Manejo del riesgo

By Uso responsable

Los riesgos están latentes en nuestro día a día. Desde que nacemos hasta que morimos, los humanos nos enfrentamos con situaciones o herramientas que si bien pueden representar beneficios, también tienen la posibilidad de provocarnos un episodio negativo. La clave está en el uso o manejo que damos para controlar este riesgo.

El carro, por ejemplo, representa muchos beneficios para las personas: transporte, comodidad, seguridad, ahorro en dinero o en tiempo. Actualmente, hay más de mil millones de automóviles en el mundo y un promedio de usabilidad de una hora diaria del cuatro por ciento. Sin embargo, esta es una herramienta que presenta riesgos como los choques, la probabilidad de herir o arrollar a un transeúnte o de sufrir un incendio en el motor, lo cual no ha evitado que las personas dejen de usarlos. ¿Cómo se han manejado estas situaciones?

Plagas que atacan a tu familia. Situaciones de riesgo. ¿Cómo manejarlas? Entra en juego el Manejo del Riesgo, un concepto utilizado diariamente con diversas situaciones. Sigamos con el ejemplo del carro, para evitar tener accidentes o problemas que probablemente puedan hacernos daño, manejamos el riesgo a través de prácticas responsables y seguras para darle un buen uso a esta herramienta: tomamos clases de conducción, respetamos las señales de tránsito, no manejamos cuando tomamos licor y nos aseguramos de que nuestro automóvil esté en buenas condiciones técnicas. Así como este, son muchos los casos de Manejo del Riesgo que se presentan a lo largo de nuestra vida personal o incluso en actividades económicas como la agrícola. Para poner un ejemplo, los cultivos que proveen nuestros alimentos se ven afectados por plagas que pueden representar riesgos, no solo para el agricultor por las pérdidas, sino para los consumidores por los estragos que estas puedan dejar en los frutos.

Maneja los riesgos de los plaguicidas en cultivos. Con el fin de controlar o prevenir la aparición de estas plagas, los productores protegen sus cultivos con plaguicidas o fitosanitarios, que como en el caso del carro, son productos que exigen un Manejo del Riesgo adecuado, es decir, su efectividad depende de la responsabilidad con que se sigan las indicaciones de uso, tales como: utilizar el equipo de protección personal, hacer las aplicaciones en el momento apropiado de acuerdo a la infestación de la plaga, maleza o enfermedad,  preparar la mezcla con la dosis correcta, aplicar el producto a las horas adecuadas, entre otras prácticas que buscan proteger los cultivos y evitar accidentes por el mal uso de los mismos. Evaluar el riesgo y manejarlo hace parte de nuestro día a día, esto nos permite hacer un buen uso de las herramientas que tenemos a disposición o de las situaciones que se presenten, lo cual se verá reflejado en beneficios inmediatos o a largo plazo. Y tú, ¿cómo manejas los riesgos?

El poder de las etiquetas

By Uso responsable

Las etiquetas son una parte importante de la mayoría de los productos que se comercializan en el mercado. Es útil tanto para usuarios como para vendedores, pues en ella se consigna la mayor cantidad de información posible acerca de las características del producto, sus condiciones de uso, las precauciones, la procedencia, la fecha de fabricación o vencimiento, entre otros datos.

Así como las recomendaciones de uso en las cajas de los medicamentos nos permiten conocer las dosis, los cuidados y las restricciones que debemos tener a la hora de consumirlos, las etiquetas de los productos fitosanitarios nos informan acerca de las buenas prácticas de uso del producto, los cuidados y precauciones que se deben tener al momento de manipularlos. Por eso, la lectura de las etiquetas no es solo necesaria, es obligatoria.

Recuerda que: siempre debes leer y respetar las indicaciones de las etiquetas para hacer un uso seguro y responsable de los plaguicidas domésticos, de salud pùblica o agrícolas. Ante cualquier duda consulta con un profesional.