Skip to main content
Tag

plagas

¿Qué son los plaguicidas?

By ¿Qué son los plaguicidas?

Artículo publicado en junio 2019

Imagínate una plaga. Tal vez pensaste en una invasión o infestación no deseada, que nos puede afectar de alguna manera. Una imagen recurrente pueden ser los roedores, o las cucarachas, pero el universo de las plagas en extenso, también pueden ser los hongos que pueden afectan las plantas, o malas hierbas; o una nube de insectos como la langosta, conocida en los relatos biblicos, o el chikungunya de reciente popularidad.

Para controlar las plagas, la humanidad ha recurrido a múltiples herramientas a lo largo de la historia, los plaguicidas son una de ellas. Estas sustancias están altamente reguladas, y deben usarse con sumo cuidado. Como sociedad contamos con una importante guía para gestionar estos productos, se trata del Código de Conducta para la Gestión de Plaguicidas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, que define a un plaguicida como: “Cualquier sustancia o mezcla de sustancias con ingredientes químicos o biológicos destinados a repeler, destruir o controlar cualquier plaga que pueda ser nociva para la salud humana, animal o vegetal”.

Lee también: Preguntas

En la siguiente infografía te contamos el ABC de los plaguicidas que pueden ser utilizados en casa, en la agricultura o en los parques de las ciudades. Conoce su definición, sus usos, su clasificación toxicológica y las recomendaciones de uso.

infografia que son los plaguicidas

Residuos de plaguicidas en los productos frescos, ¿Cuántos, qué significan, que dicen los expertos?

By Plaguicidas y salud

Artículo publicado en mayo 2019

Tomado de: Forbes
Steven Savage, Colaborador y consultor de tecnología agrícola.
10 de abril, 2018

Dentro de las múltiples tendencias de dietas y hábitos alimenticios que hoy tenemos a disposición, se generan grandes dudas por los alimentos producidos por la agricultura convencional porque utilizan químicos. Una de las mayores preocupaciones de los consumidores es si los residuos de plaguicidas pueden generar problemas de salud.

¿Estará en riesgo su salud con su dieta de alimentos producidos bajo métodos convencionales? Muchos estudios demuestran que no.

Le puede interesar: La ciencia dice que sí al consumo de frutas y verduras

Hoy les compartimos apartes de un análisis publicado en la revista Forbes que compara los residuos de plaguicidas en legumbres sembradas de forma orgánica y convencional en Estados Unidos, titulado La verdad sobre los residuos de plaguicidas en los productos frescos: todas alentadoras, algunas incómodas. El análisis fue realizado por Steven Savage, Colaborador y consultor de tecnología agrícola.

Los resultados de entrada son positivos, pues evidencian que el suministro de productos frescos es seguro desde la perspectiva de residuos de plaguicidas. EL 99.85% de los residuos que se detectaron están por debajo de las “tolerancias” ya conservadoras establecidas por la  Agencia de Protección Ambiental (EPA) sobre la base de una evaluación de riesgos exhaustiva y rigurosa que refleja toda la información toxicológica disponible.

Esto no se basa en datos al aire, sino en un muestreo de cultivos realizado en el 2016 que evaluaba la detección de plaguicidas y comparaba éstos con los límites permitidos por el EPA, arrojando estos gráficos:

Verduras y frutas convencionales

Estos son los cultivos muestreados del suministro de alimentos de los EE. UU. por el USDA en 2016.

Verduras y frutas orgánicas

Estos son los cultivos para los cuales el USDA recolectó algunas muestras orgánicas en 2016. Debajo de cada cultivo se indica el número de muestras y de detecciones de plaguicidas sintéticos.

La parte negra representa productos químicos detectados “En casi todos estos casos, las cantidades detectadas son tan bajas que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y EPA reconocen que no hay ningún riesgo real involucrado”.

La parte roja de las barras es para detecciones que exceden la tolerancia. La parte rosa de las barras es para detecciones que están entre 1/20 de la tolerancia y la tolerancia.

En el cuadro de arriba hay una pequeña línea punteada de color verde y cualquiera de los resultados a la izquierda podría calificar técnicamente como «aceptable para orgánico».  Es decir más del 70% de estas frutas y verduras convencionales bien podrían ser categorizadas como orgánicas.

Pero las noticias son aún mejores. La parte de color verde claro de las barras es para detecciones entre 1 y 5% de la tolerancia o entre 20 y 100 veces menor que esa norma. La sección de color gris es para detecciones de 100 a 1,000 veces más bajas que la tolerancia, y la parte verde oscuro de la barra es para detecciones más de 1,000 veces menores que la tolerancia; ¡algunas de estas son más de 10,000 veces más bajas! La transparencia del programa del USDA en el suministro de los datos detallados es buena porque revela lo insignificante que son estos residuos desde la perspectiva de la salud, además observe que para las frutas convencionales hubo muy pocas detecciones sobre las tolerancias o sin tolerancia.

Ahora, muchos consumidores piensan que orgánico significa que no se usan plaguicidas de síntesis química. Ese no es el caso. Existe una lista bastante extensa de opciones de plaguicidas «naturales» que están permitidas, y natural no siempre significa «más seguro» . Todos los pesticidas naturales se someten al escrutinio de la EPA y están sujetos al mismo tipo de «restricciones de etiqueta» diseñadas para asegurar que se puedan usar de forma segura.

Los agricultores convencionales también usan muchos de los productos naturales como parte de su programa,  para proteger el rendimiento y la calidad del daño causado por las plagas, y al mismo tiempo lo hacen de una manera que es segura para nosotros. Por lo tanto un comprador ilustrado debería rechazar cualquier guía manipuladora y elegir sus frutas y hortalizas basándose en la frescura, el sabor y la asequibilidad, y también debería prestar atención a las recomendaciones de nutricionistas sobre comer muchas frutas y verduras

Es importante saber que no todo lo convencional está producido 100% con plaguicidas químicos, ni todo lo orgánico está libre de plaguicidas.

Lee el análisis completo en: Forbes.com

Le puede interesar:

qué alimentos son peligrosos comer y qué no

Alimentos: ¿qué es peligroso ingerir y qué no?

By Plaguicidas y salud

19 de diciembre de 2018
Roberto Ramírez
Médico, gerente de asuntos públicos de Bayer

Para muchos, “comer saludable” significa alimentarse de frutas y verduras, tomar mucha agua, consumir proteína, fibra y hacer ejercicio; y si bien todos estos alimentos y hábitos son buenos, en cantidades excesivas todo puede ser nocivo para la salud.

El cianuro por ejemplo, es uno de los venenos más comunes y conocidos, menos de un gramo de cianuro podría matar a un ser humano. Pero si les digo que el agua también puede ser letal ¿me creerían? Pues así es, 10 litros de agua en una sola ingesta causan 50% de probabilidades de muerte, pues esta dosis diluye el sodio y el potasio en la sangre, y pueden llevar a desarrollar un paro cardíaco. En 2008 fue muy sonado el caso de la inglesa Jacqueline Henson de 40 años, madre de cinco hijos, quien murió tras los que los medios calificaron como un “trágico accidente”: ella estaba realizando desde hacía tres semanas una dieta basada en la ingesta de agua para lograr pérdida de peso.

Todos sabemos que el agua es necesaria para la vida, pero en exceso aunque suene increíble, no lo es. Este ejemplo me permite contarles algo que para los médicos y científicos es muy difícil de explicar: el riesgo cero no existe, porque siempre habrá un grado de exposición en el que podríamos tener un impacto.

Te puede interesar: Ante el miedo, la evidencia científica

Como lo estableció Paracelso en el siglo XVI, “nada es veneno, todo es veneno, depende de la dosis”. Ejemplos hay muchos: la vitamina D en exceso puede causar cáncer; la sal en dosis superiores a tres gramos por cada kilogramo de peso, puede causar la muerte.

La frase de Paracelso también puede ser aplicada a los agroquímicos que generan preocupaciones en gobiernos, organizaciones y en la población. Sin embargo, un uso responsable de los agroquímicos permite tener alimentos nutritivos, saludables y buenos que además proporcionan rentabilidad y una vida digna a los agricultores.

No sé cuántos de ustedes escucharon las alertas de contaminación por E.Coli que hubo en el pasado Día de Acción de Gracias en Estados Unidos: las autoridades realizaron un llamado a la ciudadanía para no consumir lechugas romanas, el foco de contaminación no había sido identificado. Como médico puedo contarles que este tipo de bacterias llegan a un cultivo por excrementos, como los que se pueden utilizar en cultivos orgánicos que realizan mezclas no controladas de compostaje para fertilizar la tierra. Aunque parezca un contrasentido, los agroquímicos utilizados de forma correcta y como se indica en las etiquetas, pueden minimizar este tipo de riesgos.

Nadie quiere comer dosis perjudiciales de agroquímicos, por eso es fundamental recordar que el riesgo de estos productos viene definido por la dosis y la exposición que tenga el alimento a la sustancia. El simple hecho de que un alimento haya estado expuesto a un agroquímico no lo hace peligroso, ni poco saludable.

Te puede interesar: La verdad detrás de los titulares sobre alimentos que causan cáncer

La alimentación es un tema que me apasiona, a diario escucho que los alimentos hoy no son seguros, pero gracias a la ciencia que nos ha permitido conocer cada vez más los procesos celulares, a la modernización industria de los alimentos y las miles de herramientas con las que contamos hoy en día para producirlos, puedo asegurarles que “nunca hemos tenido alimentos más sanos”.

Fuente:

Repelentes de nueva generación contra mosquitos

By Beneficios

Artículo publicado en diciembre 2018

Investigadores de la Universidad Estatal de Iowa han diseñado nuevos compuestos eficaces, duraderos y más seguros para el medio ambiente

La estación de verano es muy temida por algunas personas debido a que los mosquitos se procrean en mayor cantidad y son los responsables de la transmisión de enfermedades peligrosas, como la malaria, el tifus o el virus del Nilo Occidental.

Esto llevó a un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Iowa, en Estados Unidos, a desarrollar un tipo nuevo de repelente, basado en ingredientes de origen natural y con menos efectos secundarios para el medio ambiente que los habituales. Sus resultados fueron presentados, recientemente, en la reunión anual de la Sociedad Americana de Química.

Lee también: Dengue, otra pandemia en crecimiento

Desde finales de los años 40 el grupo de compuestos químicos llamado piretroides se convirtió en el principal ingrediente de los insecticidas de uso cotidiano, al igual que de los plaguicidas utilizados en el sector agropecuario. Estos suelen ser efectivos, pero con el paso del tiempo muchos insectos se volvieron resistentes a ellos, haciendo necesario explorar nuevas alternativas.

Con ese objetivo, el doctor Joel R. Coats y sus dos estudiantes de posgrado, James S. Klimavicz y Caleb Corona, desarrollaron un nuevo compuesto artificial, basado también en sustancias naturales, como en su día ocurrió con los piretroides.

Ellos se centraron en los sesquiterpenoides, que son un grupo de moléculas de origen vegetal, con un gran potencial como repelente de insectos. El problema de estas sustancias es que tienen un tamaño molecular muy elevado, por lo que resulta complicado aislarlos de las plantas, purificarlos y fabricarlos en el laboratorio.

Pero con el fin de comprobar su eficacia, Coats y su equipo utilizaron una cámara tubular, rematada con dos papeles de filtro en cada extremo. En uno de ellos no se puso ninguna sustancia, mientras que el otro se impregnó con el repelente a base de terpenoides.

Luego, se introdujeron mosquitos de diferentes especies y se utilizó una cámara de video para monitorizar durante dos horas y media la actividad de los insectos, especialmente observando si tendían a alejarse de la zona del repelente.

Te puede interesar: Conozca a Aedes aegypti, el mosquito transmisor del Dengue

Los resultados fueron positivos, tanto con Culex pipiens, que actúa frecuentemente como vector del virus del Nilo Occidental, como con Aedes aegypti, responsable de la transmisión de la fiebre amarilla, el dengue y el zika. Además, también ahuyentó al mosquito Anopheles gambiae, transmisor de la malaria.

Ahora, según los investigadores, el siguiente paso será comprender con mayor precisión el mecanismo por el que estas sustancias actúan sobre los mosquitos.

Fuente:

ciencia de los plaguicidas en los alimentos

Ante el miedo, la evidencia científica

By Plaguicidas y salud

Bernhard Url, director de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.

El diario El País de España, entrevistó a Bernhard Url, director de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés). La conversación abordó temas controversiales como el miedo creciente frente a los alimentos, las intoxicaciones, la obesidad, los plaguicidas, el desperdicio de alimentos.

Artículo publicado en noviembre 2018

Bernhard Url es un veterinario nacido en Austria dirige la agencia europea que tiene la responsabilidad de emitir estudios sobre patógenos, contaminantes y otros compuestos presentes en los alimentos para que los políticos tomen decisiones basadas en evidencia científica. En otras palabras la EFSA da un parte de tranquilidad a los consumidores sobre la calidad y la inocuidad de los alimentos.

Por esta razón la entrevista comenzó con la siguiente pregunta: ¿Qué come, qué no come y por qué? Como de todo. No tengo ningún miedo de comer cualquier cosa porque el nivel de seguridad alimentaria en Europa es muy alto, aseguró Url.

Lee también: ¿Qué son los plaguicidas?

Pero esa confianza de Bernhard Url de 57 años, no la tienen los consumidores europeos, quienes perciben que el principal problema alimentario es la presencia de residuos de plaguicidas en los alimentos. A lo que Url respondió: el riesgo cero no existe, pero en este campo es muy, muy bajo. Los mayores peligros son las intoxicaciones alimentarias, bacterianas y virales. Hay posiblemente millones de intoxicaciones cada año en Europa que se podrían prevenir con higiene y control. En residuos químicos, por ejemplo pesticidas, hemos desarrollado límites máximos de residuos y anualmente hacemos un informe europeo. El último indica que más del 97% de la comida está por debajo del umbral máximo. El 50% no tiene ningún residuo. Solo el 2,4% está por encima. La situación es muy buena.

Al preguntarle si los miedos infundados sobre la comida van en aumento, el director de la EFSA respondió que si, y explicó que el problema es que las personas no quieren entender que los residuos de plaguicidas son tan bajos que no representan riesgo. Y hace una profunda reflexión sobre el tipo de agricultura que queremos, pero aclara que esa es una discusión política. No es sobre ciencia, sino sobre valores, sobre economía. No deberíamos mezclarla con la ciencia basada en evidencias.

Url hizo un llamado para que los consumidores confíen en cómo se produce al comida, que hoy viene de muchos países y no es posible tener control absoluto. No sabemos de dónde viene la comida y tenemos que confiar en una maquinaria compleja del proceso de alimentos. Si queremos comer tenemos que confiar.

Al preguntare si la comida orgánica era mejor, respondió que en términos de seguridad y nutrientes no hay diferencias, las ventajas están en la sostenibilidad. No creo que podamos reemplazar la agricultura convencional al 100%, pero en algunos países llega al 20% y creo que incluso se podría llegar al 30%.

Temas como el glifosato, que han despertado el interés mundial de los consumidores también fue abordado en la entrevista y Url aseguró que nadie tiene que temer al glifosato si se usa bien.

Lee la entrevista completa en El País

Fuente:

La ciencia dice que sí al consumo de frutas y verduras

By Plaguicidas y salud

Publicado el 5 de julio de 2018
Amber Pankonin, M.S., R.D.
Consultor de Comunicaciones Nutricionales

Como dietista registrada y educadora en nutrición, dedico mucho tiempo a abordar los mitos sobre la alimentación y la nutrición. Hoy tenemos más consumidores haciendo preguntas específicas acerca de dónde provienen los alimentos y cómo se producen. Aunque a menudo yo aliento este tipo de preguntas, las organizaciones activistas y los documentales que difunden mensajes falsos sobre las prácticas agrícolas hacen que mi trabajo sea mucho más complicado cuando hablo con los consumidores acerca de incluir suficientes frutas y verduras en sus dietas.

Desde mediados de los 90s, el Grupo de Trabajo Ambiental con sede en los EE. UU.  Ha publicado una lista conocida como la “Docena Sucia.” Esta lista contiene 12 frutas y verduras que se cree que contienen la mayor cantidad de residuos de plaguicidas (cantidades traza). Las fresas, las espinacas y las nectarinas encabezan la lista, seguidas por otras favoritas populares, como las manzanas, los tomates y las papas. La «Docena Sucia» alienta a los consumidores a comprar variedades orgánicas de estas frutas y verduras en particular en lugar de las cultivadas convencionalmente. Cada año, esta lista recibe atención de los medios de comunicación y cada año me encuentro atendiendo las preocupaciones de los consumidores debido a ello. Los titulares sobre la «Docena Sucia» y el riesgo de los plaguicidas son a menudo engañosos y pueden sembrar fácilmente dudas cuando se trata de consumir frutas y verduras saludables.

La Verdad Limpia

Lo que los consumidores quizás no comprendan es que incluso las variedades orgánicas de productos agrícolas a menudo se tratan con plaguicidas orgánicos. Los científicos sugieren que incluso si usted compra productos de granja orgánicos, esto no significa que sus frutas y verduras estarán libres de plaguicidas.1 Siempre es una buena práctica lavar todos los productos agrícolas ya sean orgánicos o no. Otro mito es que los productos agrícolas orgánicos son más nutritivos en comparación con los productos convencionales. Muchos estudios han demostrado que los productos agrícolas  orgánicos proporcionan el mismo nivel de nutrición que los convencionales.2

También es importante entender por qué se necesitan los plaguicidas y por qué los agricultores los usan. Sin plaguicidas, los agricultores podrían perder la mayoría de sus cultivos debido a las plagas y enfermedades. Los plaguicidas son tóxicos en dosis prescritas solo para las plagas a las que están destinados, lo que los convierte en una herramienta valiosa para los agricultores. Otra cosa a considerar es que todos los plaguicidas deben someterse a pruebas exhaustivas antes de que los agricultores puedan usarlos. Las agencias reguladoras, incluida la Agencia de Protección Ambiental  de los Estados Unidos, evalúan la seguridad de estos plaguicidas.

Además, piense en la última vez que usó repelente de insectos. ¿Sabía que cada vez que aplica repelente de insectos para evitar las picaduras de mosquitos, está usando un plaguicida? Los insecticidas son un tipo de plaguicida que está destinado a atacar pequeñas plagas. Encuentro que las mismas personas que cuestionan el uso de plaguicidas en la agricultura no lo piensen dos veces antes de usar repelente de insectos.

Según los Centros de Control de Enfermedades de los EEUU, la mayoría de nosotros no estamos consumiendo la cantidad recomendada de al menos cinco porciones de frutas y verduras por día. El Departamento de Agricultura de EE. UU. define una porción de frutas y verduras como 1 taza, que es aproximadamente del tamaño de una pelota de tenis.

Cuando la mayoría de las personas tiene dificultades para cumplir con las recomendaciones, es difícil ver mensajes que desalienten la ingesta, especialmente cuando sabemos que el consumo de frutas y verduras está asociado con la reducción del riesgo de enfermedades como diabetes, cáncer y enfermedades del corazón.3 Al considerar si el consumir frutas y verduras vale la prevención de enfermedades, la respuesta es definitivamente sí. La evidencia es clara de que consumir frutas y vegetales de cualquier forma supera el posible riesgo de ingerir cualquier rastro de residuos de plaguicidas que podrían estar presentes.

Amber Pankonin es una dietista registrada y consultora de comunicaciones sobre nutrición con sede en Lincoln, Nebraska, EE. UU.

Fuente:

1 Winter, CK., Katz, JM. 2011. Dietary Exposure to Pesticide Residues from Commodities Alleged to Contain the Highest Contamination Levels. Journal of Toxicology. 2011: 589674,doi:10.1155/2011/589674.

2 Dangour, AD., Dodhia SK., Hayter A., Allen, E., Lock,K. Uauy, R. Nutritional quality of organic foods: a systematic review. The American Journal of Clinical Nutrition. Sept; 90(3):680–685,doi: 10.3945/ajcn.2009.28041.

3 Bazzano, LA., He, J., Ogden, L.G., Loria, CM., Vupputuri, S., Myers, L., Whelton, PK. Fruit and vegetable intake and risk of cardiovascular disease in US adults: the first National Health and Nutrition Examination Survey Epidemiologic Follow-up Study, The American Journal of Clinical Nutrition. Jul;76(1):93-9.

Tomado de: pesticidefacts.org

Cáncer y exposición a plaguicidas, una relación poco probable

By Plaguicidas y salud

Publicado el 5 de Agosto de 2018
Carol J. Burns, M.P.H., Ph.D.
Presidente
Burns Epidemiology Consulting (Consultoría en epidemiologia Burns)

¿Este vestido me hace ver gorda? Esta es la pregunta ancestral que toda mujer hace y ningún marido debería responder. Este año, cuando miro mi vestuario de verano, estoy haciendo una nueva pregunta. ¿Esta camisa oculta mi cicatriz? En 2016, me quitaron la tiroides y me uní a los aproximadamente 1,6 millones de estadounidenses diagnosticados con cáncer el año pasado.  Al parecer, todos en mi círculo social acaban de ser diagnosticados o conocen a alguien con un diagnóstico nuevo. Me pregunto, ¿el cáncer está en aumento? ¿Es así, preguntan mis amigos, debido a la exposición a plaguicidas? Como epidemióloga capacitada, quiero saber si las respuestas son reales o percibidas.

Afortunadamente, hay excelentes recursos sobre el cáncer. Por ejemplo, la American Cancer Society (Sociedad Americana del Cáncer) publica anualmente estadísticas para los Estados Unidos. Cancer Research UK (Investigación sobre cáncer del Reino Unido) ofrece secciones informativas sobre las causas y controversias. La Organización Mundial de la Salud proporciona estimaciones para los principales tipos de cáncer, por región y para 184 países. De estos sitios web, varios puntos sobre el cáncer son claros:

• El cáncer no es una enfermedad única y cada subtipo tiene diferentes causas y factores de riesgo.

• Es esencial distinguir entre la mortalidad por cáncer (muertes debidas al cáncer) y la incidencia de cáncer (tasa de casos recientemente diagnosticados). Cada uno proporciona información importante y puede verse afectado por las prácticas de evaluación, el tratamiento y los sistemas de atención médica.

• Una gran proporción de los casos de cáncer en todo el mundo se debe a ciertos factores de comportamiento: el fumar, el alcohol, una dieta no saludable, la    obesidad y la actividad física insuficiente. Otros factores como la edad, el sexo y el historial familiar no son modificables.

Incidencia y Diagnóstico

Esto me lleva a mi primera pregunta. ¿El cáncer realmente está en aumento? Si y no. En los Estados Unidos 1 y Europa,2 la incidencia del cáncer se está estabilizando, aunque a un alto nivel. La incidencia estadounidense pareció alcanzar su pico en la década de 1990, en parte debido a la disminución de los hábitos de fumar. Mi tipo de cáncer, el cáncer de tiroides, sigue aumentando. Los expertos en cáncer lo atribuyen a las herramientas de diagnóstico mejoradas y la detección temprana.1 En otras palabras, los médicos están encontrando (y tratando) cáncer que podría haber pasado desapercibido en la generación de mis padres.

A nivel mundial, la cantidad de casos diagnosticados de cáncer está aumentando. Para bien o para mal, la incidencia del cáncer tiende a ser más alta en los países y regiones más desarrollados. Dado que uno de los principales factores de riesgo para el cáncer es la edad avanzada, a medida que una sociedad reduce la mortalidad infantil y las enfermedades prevenibles mediante vacunación, la demografía de la población cambia. Las enfermedades de la mayor edad, como el cáncer y las enfermedades del corazón, se vuelven más comunes. Además, a medida que las regiones menos desarrolladas se vuelven más prósperas, sus ciudadanos a menudo adoptan estilos de vida poco saludables, como la mala alimentación y la inactividad física, que también son factores de riesgo para el cáncer.

Pero en general, la mortalidad por cáncer está disminuyendo en los Estados Unidos y en muchas otras naciones. Existen grandes diferencias por país y tipo de cáncer, que reflejan la detección precoz y los avances en el tratamiento.

Plaguicidas y Cáncer

La segunda pregunta, ¿podría mi cáncer ser desencadenado por la exposición a plaguicidas? Dado que la tiroides es parte del sistema endocrino, los defensores de la teoría de la disrupción endocrina incluyen el cáncer de tiroides en su lista de observación. Sin embargo, esto no es probable. Yo investigué la evidencia en tres áreas:

• ¿Qué se sabe sobre las causas y los factores de riesgo para el cáncer de tiroides?

• ¿Las personas con mayor exposición al pesticida son más propensas a desarrollar cáncer de tiroides que las personas sin exposición?

• ¿Cuál es mi perfil de riesgo personal para el cáncer de tiroides?

En primer lugar, las principales organizaciones de cáncer, como las anteriores, enumeran los factores de riesgo del cáncer de tiroides como ser una mujer de mediana edad (40 y 50), con antecedentes familiares de cáncer de tiroides, antecedentes de bocio o nódulos tiroideos, bajo contenido de yodo en la dieta y obesidad, sin mencionar los plaguicidas.

En segundo lugar, estudios muy grandes de agricultores (y otras personas expuestas a plaguicidas) han demostrado que tienden a ser más saludables y tienen menos cáncer en general que las poblaciones de comparación.3 4 56 A modo de ejemplo, el Estudio de Salud Agrícola del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. reportó menores tasas de cáncer total y ausencia de exceso de cáncer de tiroides entre más de 80.000 aplicadores privados y comerciales y sus cónyuges.7 Dado que el resto de la población tiene un contacto mucho más bajo e infrecuente con los plaguicidas, es poco probable que el cáncer esté relacionado con la exposición a plaguicidas.

En tercer lugar, con respecto a mi riesgo de cáncer de tiroides, estoy en la categoría de mujeres bien educadas, bien aseguradas y bien alimentadas con un médico perceptivo capaz de detectar nódulos.8,9,10 En resumen, la evidencia no sugiere que el cáncer, y ciertamente no mi cáncer, esté relacionado con los plaguicidas.

Como epidemióloga, estoy capacitada para revisar información en poblaciones y buscar patrones en grupos de personas, no individuos. Esto puede ser frustrante a nivel personal. No hay una estadística o prueba analítica que pueda responder ¿por qué yo? ¿Por qué tengo cáncer? Por otro lado, conocer los diferentes subtipos de cáncer y los factores de riesgo para cada uno, puede guiar mis elecciones de estilo de vida para reducir muchas enfermedades, no solo el cáncer.

Para mí, más que estar ansiosa por la etiología, estoy aliviada con mi pronóstico. Debido al diagnóstico precoz, la pronta eliminación y el tratamiento, mi cicatriz es solo superficial. Si planeo hacer más ejercicio, comer mejor y plantar más flores este verano. Todavía le preguntaré a mi esposo cómo me veo. Sin embargo, he decidido estar orgullosa de mi cicatriz. Puedo decirles a extraños que soy una de cada 15 millones: es decir, una de los 15 millones de estadounidenses con historial de cáncer.

Carol J. Burns, M.P.H., Ph.D., F.A.C.E., es presidente de Burns Epidemiology Consulting, LLC en Sanford, Mich. Ella es miembro del American College of Epidemiology.

Fuentes:

1 American Cancer Society. Cancer Facts & Figures 2017. Atlanta: American Cancer Society.

2 European Network of Cancer Registries. ENCR Cancer Factsheets – new series. https://encr.eu/index.php/publications/factsheets

3 Waggoner JK, Kullman GJ, Henneberger PK, et al. 2011. Mortality in the agricultural health study, 1993-2007. Am J Epidemiol. 173(1):71-83.

4 Ntzani EE, Ntritsos G, M C, Evangelou E, Tzoulaki I. 2013. Literature review on epidemiological studies linking exposure to pesticides and health effects. EFSA Supporting Publications. 10(10):159 pp.

5 Levêque-Morlais N, Tual S, Clin B, Adjemian A, Baldi I, Lebailly P. 2015. The AGRIculture and CANcer (AGRICAN) cohort study: enrollment and causes of death for the 2005-2009 period. Int Arch Occup Environ Health. 88(1):61-73.

6 Frost G, Brown T, Harding AH. 2011. Mortality and cancer incidence among British agricultural pesticide users. Occup Med (Lond). 61(5):303-310.

7 Koutros S, Alavanja MC, Lubin JH, et al. 2010. An update of cancer incidence in the Agricultural Health Study. J Occup Environ Med. 52(11):1098-1105.

8 Kitahara CM, McClullough ML, Franceschi S, et al. 2016. Anthropometric Factors and Thyroid Cancer Risk by Histological Subtype: Pooled Analysis of 22 Prospective Studies. Thyroid. 26:306-18 doi: 10.1089/thy.2015.0319.

9 Sprague BL, Warren-Andersen S, Trentham-Dietz A.  2008. Thyroid cancer incidence and socioeconomic indicators of health care access. Cancer Causes Control.Aug;19(6):585-93. doi: 10.1007/s10552-008-9122-0.

10 Schmid D, Ricci C, Behrens G, Leitzmann MF. 2015. Adiposity and risk of thyroid cancer: a systematic review and meta-analysis. Obes Rev. Dec;16(12):1042-54. doi: 10.1111/obr.12321.

¿Un mundo sin frutas?

By Plagas

Artículo publicado en agosto 2018

Aunque no te des cuenta, las frutas están presentes en muchas de tus comidas diarias, por ejemplo: el cereal del desayuno, el jugo o zumo del almuerzo, el helado que compartes con tus amigos o con tu pareja, el dulce de la mermelada y hasta en el postre de cumpleaños.

Las frutas son alimentos ricos en sabores, colores y texturas que despiertan el gusto en cualquier persona, además, su consumo es benéfico para la salud, pues aportan vitaminas, minerales y antioxidantes que eliminan toxinas y mantienen jóvenes las células, ayudando así a regular el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

Pero debes saber que las frutas antes de llegar a tu mesa, deben superar todo tipo de obstáculos que van desde enfermedades hasta una plaga bastante temible; se trata de un insecto volador conocido cómo la mosca de la fruta, este díptero es el responsable de que las frutas a veces aparezcan con gusanos, presenten manchas cafés o amarillas en sus cáscaras. Te puede interesar: Uvas y vino, placeres en peligro por la polilla de la vid

Estas afectaciones aparecen porque la mosca hembra pone sus huevos al interior de los frutos para que las larvas se alimenten de la pulpa o de las semillas de la fruta, lo cual ocasiona su pérdida de valor comercial, pudrición o caída prematura. Además, la picadura causada por la hembra para poner los huevos representa una vía de entrada para otros organismos que contribuyen al deterioro del fruto.

Salvando las frutas

Es por esto que los agricultores han puesto en práctica diversos mecanismos para controlar la mosca de la fruta. Un ejemplo de ello, es el control físico donde se recogen los frutos caídos para que no se formen pupas de la plaga en el piso, además de otros cuidados como tratamiento con trampas de colores y control químico con asesoría de un experto. Te puede interesar: Así son los plaguicidas

De no ser por estos cuidados, la humanidad podría quedarse sin frutas, y créenos que no exageramos, pues en el mundo hay cerca de 5.000 especies de moscas de fruta. Sin embargo, la más peligrosa es la Ceratitis Capitata, esta mosca afecta los frutos más comunes como peras, manzanas, uvas, además de frutas tropicales como mangos, papayas, aguacates, bananos y frutas cítricas o ácidas como naranjas, limones entre otros.

Con esta plaga no sólo pierden los países fruticultores, quienes cada año ven amenazados sus cultivos con pérdidas productivas de hasta un 50%, lo cual se traduce en pérdidas de más de 100 millones de dólares, sino que también perdemos todos como consumidores. Te puede interesar: Porqué podría desaparecer las naranjas

Pese a que todas las frutas cuentan con propiedades antioxidantes, aquí te presentamos algunas poco tradicionales para que te animes a consumirlas.

Mosca de la fruta, frutas exóticas

Controlando las plagas

By ¿Qué son los plaguicidas?

Artículo publicado en abril 2018

Aunque en ocasiones no lo creamos, el ser humano no vive solo en el planeta, diariamente compartimos con otros seres vivos que pueden ser benéficos para algunos ecosistemas pero que pueden convertirse en un problema para otros. Te estamos hablando de las plagas, que están presentes en muchos aspectos de nuestra vida: en el espacio público, la agricultura y hasta en nuestro hogar.

Si cerca de tu casa hay desperdicios y basuras no tratadas, por ejemplo, lo más probable es que un roedor o una cucaracha pueda llegar y causar no solo daños materiales sino también a la salud humana o animal. También, si viajas a lugares húmedos tu piel posiblemente será víctima de mosquitos y con ellos podrías adquirir enfermedades. Incluso, una persona que se dedique a la producción agrícola debe enfrentar constantemente a hongos, insectos y malezas que atacan a los cultivos y pueden poner en riesgo la producción de los alimentos y fibras ¬que utilizamos a diario.

Como ves, las plagas no son un juego, están presentes en cualquier lugar y todos los ecosistemas son vulnerables frente a ellas. Sin embargo, gracias a la investigación científica, hoy es posible controlarlas con más eficacia, por medio de una variedad de procesos que describiremos más adelante. Con control cultural, biológico o químico, es posible controlar a los insectos, nemátodos, moluscos y otras especies que afecten nuestra cotidianidad.

infografia tipos de control

Tipos de control de plagas

Control biológico

Su uso es frecuente en la agricultura, es un método que por medio de organismos vivos, busca controlar las plagas que ocasionan enfermedades a los cultivos. Para esta aplicación, los agricultores necesitan ser muy selectivos y conocer qué es lo que afecta sus plantaciones, para sí usar insectos depredadores que se alimenten del problema y no de las plantas. Pues bien se sabe que en la cadena trófica o alimenticia, los organismos tienden alimentarse de algo específico.

Existen dos estrategias populares para este control, la primera es la Importación. Cuando la población de la plaga es tan grande que ha colonizado por completo el hábitat y ha sacado a sus enemigos de ella, es necesario traer agentes naturales de otros ambientes que combatan esa plaga. Su uso es frecuente en lugares donde la vegetación no cambia constantemente, como: bosques, cultivos frutales, forestales o reservas naturales.

Inundación, es la segunda metodología, a diferencia de la primera es aplicada en lugares cerrados como los invernaderos, igual sigue conservando la liberación de agentes naturales, sólo que en mayor cantidad para que el control de la plaga sea más eficiente.Sin embargo, el control biológico aún no tiene propiedades milagrosas, por ello no es posible controlar las plagas sólo con su método, es necesario alternar las estrategias con control cultural y fitosanitario. Te puede interesar: ¿Qué son los plaguicidas?

Control Cultural

Una de las prácticas comunes que se debe implementar en los cultivos es el control cultural. Esta consiste en elegir en qué época del año o bajo qué condiciones climáticas sembrar, cuánto y con qué periodicidad hacer riego, cuando es necesario rotar los cultivos, conocer y aplicar diferentes fertilizantes y más, son estrategias que además de prevenir y controlar diferentes agentes problemas en los cultivos, ayudan a la eficiencia de la producción agrícola.

Asimismo, el monitoreo y control de las plagas se puede realizar en una primera etapa con el uso de trampas para atraer, capturar y controlar a los insectos que pueden causan daños a los cultivos. Las más usadas son las de colores, consiste en colgar plásticos de colores con aceites vegetales o sintéticos, con el fin de que los insectos queden pegados en ellos, y mueran por falta de alimento y agua. Ejemplo: las trampas de color blanco atraen algunas moscas y tripidos, los escarabajos se ven atraídos por las de color rojo y el amarillo, como el color más atrayente para algunos insectos.

Otra de las formas más comunes de control de plagas y no solo en la agricultura, sino también en las ciudades, es el uso de la luz como trampas. ¿Alguna vez has usado pastillas insecticidas sobre los bombillos o la red eléctrica de tu casa? Las moscas, zancudos y mosquitos son atraídos por la luz, y el efecto del insecticida controla a estas plagas al instante.

Control químico

El control químico es la última estancia que se implementa en los métodos para hacer un control de plagas. Este consiste en el uso de sustancias químicas o plaguicidas, para prevenir o controlar las plagas en los cultivos, la vida cotidiana o la salud pública. Este tipo de sustancias, deben aplicarse bajo ciertos lineamientos contenidos en las etiquetas. Su buen uso, garantizará el buen control de plagas y la seguridad al momento de su uso.  Te puede interesar: Investigación y desarrollo de los plaguicidas.

Los plaguicidas son diseñados para el control de plagas específicas, por eso para su manipulación debe conocerse la ciencia que hay detrás de cada producto y de cada plaga. Por ejemplo, sólo para controlar insectos que son perjudiciales para la salud, se debe usar insecticidas, producto que podemos encontrar de diversas formas en la vida cotidiana. Y herbicidas o fungicidas para controlar enfermedades que atacan directamente las plantas, su aplicación es popular en jardines y en la agricultura. A continuación, te los presentamos para que conozcas mejor su función:

Insecticidas

Son aquellos agroquímicos formulados que ayudan a los agricultores, al personal médico y el público en general, a controlar exclusivamente aquellos insectos que se convierten en una amenaza. Por ejemplo: las pulgas, los mosquitos, las cucarachas, los ácaros, los chinches, la mosca de la fruta, las cochinillas, y otras especies que pueden afectar la producción de alimentos o nuestro estilo de vida.

Pues bien, hay personas que sufren de entomofobia, es decir que tienen fobia a los insectos, y para ellas, ver una cucaracha volando sobre sus cabezas puede representar un ataque de pánico.  Te puede interesar: las cucarachas no son una plaga de película.

Te preguntarás cómo funcionan los insecticidas. Pues bien, estas sustancias pueden atacar el sistema nervioso de los insectos, o pueden afectar su exoesqueleto, o su capacidad de crecimiento, entre otros modos de acción. Las principales clases de insecticidas se pueden agrupar de acuerdo con su composición química en las siguientes categorías: organofosforados; organoclorinados; carbamatos, piretroides; neonicotinoides; entre otros. También pueden clasificarse como naturales o sintéticos; orgánicos o inorgánicos, biológicos, derivados de plantas; etc.

Herbicidas

En la naturaleza, existen muchas plantas que no nos ofrecen ningún beneficio como fuentes de alimento o plantas ornamentales y son especies que limitan la disponibilidad de nutrientes del suelo y otros recursos que sirven de alimento a organismos que hacen parte de los ecosistemas y la biodiversidad. En algunos casos es particularmente importante controlar el crecimiento y la propagación de estas malezas que afectan la productividad y la viabilidad de cultivos u otras plantas útiles.

Este tipo de plantas indeseables se controlan con plaguicidas conocidos como herbicidas. Algunos son fitohormonas y otros son sintetizados, los cuales se encargan de imitar la acción de estas sustancias que controlan el crecimiento y desarrollo de las malezas. Otros herbicidas actúan por contacto en los lugares específicos de aplicación y otros actúan de forma sistémica en toda la planta. También existen herbicidas que se utilizan en una etapa de prevención, antes de que las malezas puedan germinar en el suelo y otros que se aplican después de que estas han crecido y deben posteriormente eliminarse.

Fungicidas

La mayoría de enfermedades presentes en la agricultura y plantas, son ocasionadas por los hongos, microorganismos que ponen en riesgo muchos cultivos alimenticios, infectándolos con tizón, mildiu, roya, antracnosis y otras especies que en condiciones de extrema humedad mohosean y marchitan las hojas, flores, frutos y raíces de los cultivos, incluso estos podrían morir de no ser tratados con fungicidas por contacto o de manera sistémica. Te puede interesar: Por qué te hace bien un café en las mañanas.

Fuentes:

los alimentos del mundo