El calor, la lluvia y la humedad son algunas de las condiciones que favorecen el desarrollo del hongo en los cultivos de banano y plátano. Para prevenir la enfermedad se sugiere controlar la maleza, emplear métodos de drenaje, nutrir a la planta con minerales y tener en cuenta una adecuada densidad de siembra (número de plantas por hectárea).
Aunque no es posible eliminar del todo la infección de la Sigatoka Negra, sí es posible mantener el hongo a raya en niveles que no afecten la productividad de las plantaciones. La mejor estrategia para lograrlo consiste en establecer un programa anual de aplicaciones de fungicidas acorde con las recomendaciones del Comité de Acción para la Resistencia a Fungicidas (FRAC, por sus siglas en inglés).
Son varios los tipos de fungicidas que pueden ser utilizados para el tratamiento de la Sigatoka Negra. De hecho, hoy existen productos innovadores que actúan sobre la respiración de la planta e impiden el crecimiento del hongo en sus hojas. Además, los avances tecnológicos han permitido mejorar la precisión de la aspersión de plaguicidas y reducir todo tipo de riesgos para la salud y el medio ambiente.
El uso de estos fungicidas es clave en el control de la Sigatoka Negra, presente en todos los países de producción bananera (Ecuador, Costa Rica, Colombia, Guatemala, entre otros), con lo cual se contribuye a alimentar a cientos de millones de personas. Entonces, es gracias al manejo adecuado de estos productos fitosanitarios que puedes darle vida a tus ensaladas de frutas con banano y acompañar tus almuerzos con el sabor de un plátano maduro.