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El Aedes aegypti es un verdadero dolor de cabeza para la humanidad. Pica de día y al ser antropofílico tiene una marcada preferencia por la sangre humana, aunque también puede afectar a algunos animales domésticos.

Solo necesita unos cuantos centímetros de agua para que exista un criadero, se adapta fácil y de manera sigilosa, sin que nos percatemos de ello; por lo que nuestros hogares se pueden transformar en un albergue idóneo para la masificación de sus huevecillos.

Su tamaño es pequeño, no mide más de 5 milímetros, de color oscuro con manchas blancas, en las patas tiene anillos blancos, puede volar entre 50 y 200 metros de su criadero y es activo en el día.

Después de haber picado a sus víctimas, la hembra busca donde depositar sus huevos. Un foco de agua puede llegar a tener entre 100 a 200 huevos por puesta y éstas, son capaces de poner hasta cinco veces en su vida, según las guías relativas al dengue de la Organización Mundial de la Salud. La cantidad de huevos dependerá de lo que hayan ingerido de sangre. Una característica es que los huevos pueden permanecer vivos durante un período aproximado de un año incluso si se encuentran en condiciones secas o si parecen haberse secado. De manera que los huevos son muy resistentes, se pueden adherir a las paredes de los recipientes como si tuvieran pegamento, menciona un informe técnico de la Unicef del 2016 denominado Control del vector Aedes aegypti y medidas preventivas en el contexto del Zika.

Es por ello que en la cadena epidemiológica del dengue, están el hospedero: hombre enfermo, el vector: hembra del mosquito Aedes (A. aegypti y A. Albopictus) y el huésped susceptible: hombre sano, mencionan los Doctores Gloria Catalina Bacallao Martínez y Osbel Quintana Morales del Hospital Provincial Universitario “Arnaldo Milián Castro” de Cuba.

La enfermedad del dengue tiene un período de incubación que oscila entre dos y 14 días, con un promedio entre tres y ocho días. En su periodo de transmisión es necesario que el mosquito haya picado a una persona con dengue en los primeros tres a cinco días de la enfermedad, momento en que el virus circula en la sangre, señalan los especialistas citados anteriormente.

Un dato relevante es que la hembra del mosquito Aedes aegypti se infecta de por vida, siendo transmisor a partir del séptimo al décimo día, tiempo en que el virus se desarrolla y propaga en ella. De esta forma la hembra puede ser un foco transmisor de la enfermedad por el resto de su vida, un promedio de 65 días.

Según Bacallao y Quintana, por cada persona diagnosticada con dengue existen de 15-20 personas sin diagnosticar, y ese justamente es uno de los varios problemas de esta enfermedad.

Según la Organizaicón Panamericana de Salud, OPS, existen 4 serotipos de dengues: Den1, Den2, Den3 y Den4. En países como Guatemala persisten los 4 serotipos, en cambio en el Salvador y Nicaragua es más común el Den 2, en Panamá se encuentran los tipos 1, 2 y 3; y en Costa Rica y Honduras  persisten el Den 1 y Den2.

En un artículo firmado por los doctores  Fabián M. Cortés;  Sergio Y. Gómezy Raquel E. Ocazionez aseguran que el serotipo Den2 es el que puede desencadenar casos severos de Dengue, en cambio algunas cepas del Den3 suelen ser las más virulentas, o sea propagarse a mayor número de personas. Mientras que el Den4 se considera que produce los casos menos severos. Sobre el Den1, se ha dicho que produce fiebres más leves.

De vieja data, Aedes aegypti y el Dengue en la historia

Los orígenes de la palabra dengue viene de la frase de la lengua swahili «Kadinga pepo», que describe esa enfermedad como provocada por un fantasma; según un documento citado por Arieta CA, acerca de esta enfermedad.

Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan que la presencia del dengue en las Américas pudo haberse manifestado, por primera vez, en 1635, en Martinica y Guadalupe. Las primeras epidemias se produjeron en Asia, África y América del Norte.

En un inicio se pensó que el origen del virus del dengue era África y que con el comercio de esclavos se había expandido por el mundo. Se cree que la trata de esclavos durante los siglos XVII, XVIII y XIX pudo ser un factor diseminador de este nefasto zancudo por el mundo.

Conozca como se controla el Aedes aegypti

Fuentes consultadas: